Nuestra Patrona
Aunque fue bautizada como Isabel en honor de su abuela materna, desde muy pequeña fue llamada Rosa. Según sus biógrafos, a los tres meses de nacida, la india Mariana acudió a velar el sueño de la niña, al verla pudo comprobar que su rostro se había convertido en una rosa, considerado el primer milagro de la limeña.
Así también, el día de su confirmación en el pueblo de Quives, el Arzobispo santo Toribio de Mogrovejo, la llamó Rosa sin que alguien pudiese darle noticia al arzobispo de este nombre tan particular e íntimo. Aunque le mortificaba que la llamasen así, a los 25 años aceptó y quiso que la llamaran Rosa de Santa María, a razón de que, según lo relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo manifestándole la molestia que le causaba que la llamen "Rosa", pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: "¿Pues hija, no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?". Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado; siendo confirmado más adelante, según sus biógrafos, en episodios de tipo místico, por la Santísima Virgen del Rosario.
Biografía
Isabel Flores de Oliva conocida como Santa Rosa de Lima,es una santa peruana, hija de Gaspar Flores, arcabucero español y de María de Oliva. Nace el 20 de abril de 1586, fecha más probable y casi segura (otros mencionan el 30 de abril) ya que es la fecha mencionada por el primero de los biógrafos de Rosa, Fray Pedro de Loaiza (su confesor también) y por sus padres como consta en el Proceso Ordinario, interrogatorio que realizaron las autoridades religiosas sobre la vida de Rosa. Fue bautizada el 25 de mayo de 1586 en la Parroquia de San Sebastián, en Lima por el sacerdote Antonio Polanco, sus padrinos fueron Hernando de Valdés y María Orosco.
Su infancia fue común y nada llamativa, su compañero de juego fue su hermano Fernando el cual siempre la apoyó y ayudó. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima ubicado en el Valle Chillón. Es aquí donde ella recibirá la confirmación de manos de otro santo católico, Santo Toribio de Mogrovejo, su padrino fue el sacerdote del pueblo Francisco Gonzáles. Es en Quives donde al parecer empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte con consecuencias dolorosas para su recuperación que ella ocultaba a su madre.
Regresó a Lima con su familia ya siendo una joven. Debido a problemas económicos de la familia, trabajaba el día entero en el huerto y solía bordar con gran esmero para diferentes familias de la Ciudad y así ayudar al sostenimiento de su hogar.
A pesar de todo, se encontraba conforme con su forma de vida y no hubiera tratado de cambiarla si no hubiera sido por la insistencia de sus padres a casarla. Rosa resistió por más de diez años y finalmente hizo voto de virginidad ante la imagen del "doctorcito" para confirmar su resolución.
Al cabo de unos años ingresó a la orden de santo Domingo de Guzmán a imitación de Catalina de Siena.
A partir de entonces, se recluyó prácticamente en la Ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Fernando, en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar al Templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa.