El rasgo más sublime de la naturaleza, le pertenece a la madre; ya que ella es portada de vida, solo ella tiene este privilegio. Es por eso que, junto a dicha capacidad de engendrar, se le ha concedido un paquete de virtudes,
valores y destrezas que la fortalecen para ejercer a plenitud su loable función.
La madre santarrosina es única, irremplazable, inigualable e inconfundible. Las palabras son escasas para describir el significado de este ser tan especial en su venerable visión, bajo la figura de la virgen María, madre de Dios.
Por esta razón en nuestra institución se realizarán diversas actividades que promoverán el respeto y valoración a nuestras madres.
Y para los que con pesar ya la han visto partir, sabemos que perciben su imagen infinita en medio de todo lo que hacen; rememorando enseñanzas en la dura tarea de alcanzar la paz intima con el recuerdo de su afecto a cada momento.
Este día como cada día de nuestras vidas la presencia de la Virgen María esté siempre con nosotros.
Que Dios bendiga a todas nuestras madres santarrosinas.